Protocolos para la declaración de muerte
muerte cardiaca es el tipo de muerte con la que la mayoría de la gente. Se produce cuando el corazón y los pulmones dejan de funcionar de manera irrevocable. Un médico evaluar la muerte cardiaca debe escuchar a la ausencia del pulso carotídeo y latido del corazón, escuchar y mirar por la ausencia de respiración espontánea y comprobar para ver si las pupilas de los ojos del paciente responden a la luz. El médico también debe hacer la determinación en cuanto a si el cese de la circulación y la respiración es irreversible. Dependiendo de las circunstancias, el médico puede optar por declarar que el paciente muerto, o puede llamar a un "código" y comenzó resusciation cardiopulmonar para tratar de revivir al paciente.
Muerte cerebral
La muerte cerebral
es el tipo de muerte que siempre debe ser determinado por un médico. Se produce cuando todo el cerebro, incluyendo el tallo cerebral, deja de funcionar. Los signos externos de la muerte cerebral se encuentran la falta de respuesta completa o coma, no respuesta refleja al dolor, ausencia de reflejos del tronco cerebral y la apnea, o el cese de la respiración. Además de estos síntomas, los médicos suelen realizar una o más pruebas de imagen del cerebro para confirmar que no hay actividad eléctrica. Una persona que es acusada muerte cerebral es legalmente fallecido, pero su ritmo cardíaco y la respiración se puede mantener durante un corto tiempo en el soporte vital para permitir la donación de órganos.
Condiciones incompatible con la vida
Normalmente es el personal de emergencia que toman la determinación de si o no la condición de un paciente es incompatible con la vida. Algunos ejemplos de dichas condiciones incluyen la decapitación o la decapitación, el cuerpo está cortado o rasgado por la mitad en el abdomen o en el pecho, la incineración o quemaduras de tercer grado que cubren más del 70 por ciento del cuerpo, descomposición y el rigor mortis. Sin embargo, los servicios de emergencia están capacitados para ser muy cuidadoso en la toma de la determinación de la muerte. Si el paramédico tiene alguna duda acerca de si una lesión es sobrevivir, él o ella debe trasladar al paciente a un hospital y dejar que un médico hace la determinación final.