Objetivos de la fortificación de alimentos
A partir de la década de 1950, la nutrición y los científicos agrícolas desarrollado formas de aumentar el valor nutricional de los cultivos agrícolas, como el arroz y el trigo para mejorar la salud pública. Por ejemplo, el Instituto Rockefeller introdujo "arroz dorado" en Asia y la India, esta variedad de arroz fue fortificado con beta-caroteno para combatir deficiencias nutricionales relacionadas que eran muy extendida en la región. No sólo la fortificación de alimentos convertirse en un componente frecuente de los programas de nutrición y desarrollo agrícola internacional, sino que también se convirtió en un elemento central de las prácticas de salud pública de Estados Unidos también.
Enfoques
Existen dos enfoques centrales para la fortificación de alimentos. El primer enfoque es mediante la adición de vitaminas o minerales esenciales para la composición genética de una planta, tales como la fortificación de arroz con el beta-caroteno. El segundo enfoque es mediante la adición de micronutrientes a un producto alimenticio terminado, tales como jugo. En este tipo de enfoque, los productores de alimentos añadir micronutrientes a los productos alimenticios antes de que los productos están disponibles para el público.
Objetivos
Uno de los objetivos clave de la fortificación de alimentos es ayudar a los consumidores que viven en áreas con recursos alimenticios limitados. Otro de los objetivos es aumentar la salud nutricional de la población que, o bien tienen un estado de bajos ingresos o que viven en zonas donde el acceso a los alimentos saludables se ve limitada.
Ejemplos
Fortificado alimentos están muy extendidos, por ejemplo, la leche con vitamina D y zumo de frutas con calcio. Los micronutrientes añaden a estos productos alimenticios minimizar el riesgo de enfermedades causadas por deficiencias nutricionales. Por ejemplo, el ácido fólico es importante para el desarrollo gestacional, y es necesario para mantener los huesos fuertes calcio. Además, la adición de flúor al grifo y el agua embotellada se considera como una medida de salud pública que mejora la higiene oral.