Recuperación de una laminectomía

La laminectomía es un procedimiento quirúrgico que elimina una porción de hueso de las vértebras de la columna vertebral. Este hueso, llamada lámina, ejerce presión sobre la médula espinal y los nervios, causando dolor, entumecimiento u hormigueo en las extremidades. La fisioterapia le ayudará a recuperar el movimiento y la función en las semanas después de la cirugía. Después de unas seis semanas que no debería tener problemas sentado por largos períodos de tiempo, conduciendo y haciendo la mayoría de las tareas del hogar. Sin complicaciones, el proceso de curación se llevará alrededor de dos meses. La primera semana

La mayoría de los pacientes permanecen en el hospital durante dos o tres días después de una laminectomía, de acuerdo con la Clínica Cleveland en Cleveland, Ohio. La mayoría de las personas comienzan a caminar 24 horas después de la cirugía con la ayuda de un fisioterapeuta. Si experimenta debilidad persistente después de la cirugía, la terapia física puede ayudar a fortalecer y recuperar el movimiento en el cuello y la espalda. Usted puede reducir los espasmos musculares con estiramientos y ejercicios de soporte de peso suaves.
Medicamentos

Para acceder a la columna vertebral durante la cirugía, el médico tendrá que mover los músculos de el camino. Como resultado, los pacientes pueden esperar diferentes grados de molestias en las primeras semanas después de la cirugía. El acetaminofeno (Tylenol) o AINES (Advil o Aleve) ayudan a reducir el dolor y la inflamación, como puede calentar compresas y la posición de cambio. Para el dolor moderado a severo, su médico le puede recetar un analgésico más fuerte.

Postoperatorias Expectativas

pacientes deben tomar de tres a seis semanas fuera del trabajo, como estar sentado durante largos períodos de tiempo puede exacerbar el dolor y la rigidez. Debilidad típicamente persiste durante varias semanas después de la cirugía. La mayoría de las personas vuelven gradualmente las actividades diarias después de un par de semanas, pero pueden continuar teniendo dificultad para mover la espalda y el cuello. El poner en los zapatos y los calcetines, levantarse de la cama y las tareas que requieren una gran cantidad de flexión, como levantar una canasta de lavandería y vaciar una secadora, podría ser difícil hasta que el dolor se disipa de la cirugía. Tan pronto como su médico lo apruebe, comience a caminar todos los días para aumentar su fuerza y ​​resistencia.