Juanete Técnicas de Cirugía
El dolor y el malestar de los juanetes pueden ser aliviados con el uso de calzado cómodo y con relleno, analgésicos y bolsas de hielo. Sin embargo, los juanetes son permanentes si no se corrige mediante cirugía. Si es imposible estar de pie o caminar sin dolor por juanetes graves, la cirugía correctiva podría ser la mejor opción. La cirugía para corregir la deformidad causada por un juanete se conoce como una corrección de juanetes. Los componentes de un bunionectomía varían de acuerdo a la gravedad del juanete. En un exostectomía, un cirujano se afeita la protuberancia del hueso. Esto no suele ser eficaz por sí solo, ya que el juanete puede volver a crecer después de la cirugía. Por lo tanto, un cirujano a menudo se emparejará una exostectomía con una osteotomía en el hueso del dedo del pie afectado. En una osteotomía, un cirujano reposiciona los huesos del dedo gordo del pie, a menudo mediante la eliminación de parte del hueso. Una variación osteotomía es una osteotomía de Chevron, en el que un corte en forma de V se hace en el hueso y un tornillo se inserta quirúrgicamente para sostener el hueso en su lugar. Otra variación, el procedimiento Myerson /Ludloff, implica el uso de más de un tornillo para posicionar correctamente el hueso. En un procedimiento Lapidus, utiliza para corregir juanetes graves, un cirujano sujeta el hueso del dedo del pie con tornillos a la parte principal del pie para estabilizar el hueso. Algunos pacientes con huesos de los pies dañados por la artritis someterse a una artroplastia en lugar de la osteotomía. En este procedimiento, la articulación del dedo gordo del pie o bien se funde o se quita, y el dedo se forma de nuevo quirúrgicamente.
Posibles efectos secundarios y complicaciones
huesos sanan en unos seis semanas después la cirugía. Durante seis a ocho semanas después de una bunionectomía, un paciente puede necesitar usar un yeso o un zapato especialmente diseñado para proteger y estabilizar el pie y los dedos. Los efectos secundarios de la cirugía de juanete pueden incluir hinchazón, cicatrices o una reaparición del juanete. Algunas personas sufren una reacción alérgica a los tornillos colocados en los huesos del pie durante la cirugía. Otros peligros incluyen infecciones en los huesos o tejidos. Los pacientes deben informar inmediatamente a un médico acerca de cualquier dolor anormal, fiebre o sangrado o pérdida en el lugar de la incisión, ya que estos podrían ser indicios de una reacción seria a la cirugía.