Remedios caseros para el herpes zóster
El dolor de la culebrilla se puede calmar aplicando diversas cremas o aceites en la zona afectada. De acuerdo con un estudio en la edición de mayo /junio de 2002, de "The Clinical Journal of Pain", la aplicación de aceite de menta sobre la piel afectada varias veces al día puede ayudar a disminuir el dolor. Otras aplicaciones tópicas suaves incluyen gel puro de Aloe vera, hamamelis, vinagre de manzana y té de frambuesa roja. Una máscara de piel de bicarbonato de sodio y agua, o de sales de Epsom y el agua pueden ser creados y aplicados a la piel. Esta mascarilla se debe permitir que se seque antes del enjuague con agua fría. Alternativamente, las sales de sodio y de Epsom hornear se pueden añadir al agua de baño fresco, que puede ser empapado en para calmar la piel. Los afectados con tejas deben repetir estos tratamientos con la frecuencia necesaria para reducir el dolor. Cualquier tratamiento que causa irritación o enrojecimiento de la piel debe ser evitado ya que puede empeorar los síntomas.
Dieta
Según "Receta para curas naturales" por el Dr. James F. Bach, una dieta adecuada es importante para las personas afectadas por el dolor de la culebrilla. El consumo de alimentos que ayudan al sistema nervioso puede ser beneficioso para la recuperación. Estos alimentos son aquellos ricos en vitaminas del complejo B, como el germen de trigo, levadura de cerveza, huevos y alimentos de grano entero. El calcio y el magnesio ayuda a promover la curación de las terminaciones nerviosas dañadas y se puede encontrar en los vegetales de hoja verde. Los que sufren de herpes zóster también debe comer muchas verduras de color verde, naranja y amarillo, que son ricos en vitaminas A y C, y puede ayudar a acelerar la recuperación de la piel. Si bien estos alimentos pueden ayudar a la recuperación, hay alimentos que pueden agravar los síntomas y prolongar el sufrimiento. La carne roja, alimentos fritos, chocolate y bebidas carbonatadas o con cafeína deben evitarse.
Stress Relief
Un estudio realizado en 2007 por Michael Irwin, MD sugirió que la práctica de Tai Chi puede reducir el riesgo de desarrollar herpes de una persona mediante la estimulación del sistema inmunológico. Esto puede ser debido al hecho de que el Tai Chi incorpora la meditación y técnicas de relajación con la actividad aeróbica. Practicar técnicas de relajación o recibiendo terapia de reducción del estrés puede ayudar a aliviar el sufrimiento de los pacientes y les ayudan a afrontar mejor el dolor. Algunas personas han encontrado alivio del dolor a través de la acupuntura y tratamientos de acupuntura.