Los beneficios de los collares magnéticos
Imanes bloquear las señales de dolor de los nervios lleguen al cerebro. El dolor de cuello asociado con la artritis, la fibromialgia y otras condiciones se puede aliviar con el uso de collares magnéticos.
Aumentar la circulación sanguínea
Imanes utilizan el campo magnético de una célula de la sangre mediante la atracción y repele las partículas cargadas dentro de las células de sangre. Esta acción aumenta la circulación sanguínea. Según Sarah Foy Moreland de la Universidad de Vanderbilt, la energía de un imán funciona como catalizador, acelerando el proceso biológico de permitir que el cuerpo se cure más rápido y aliviar el dolor. El catalizador estimula la circulación de la sangre al permitir más oxígeno para ser distribuidos en todo el cuerpo. Alekh Gupta, también de la Universidad de Vanderbilt, dice que el uso de la terapia magnética aumenta la circulación de la hemoglobina, lo que acelera el flujo de sangre. Con este aumento del flujo sanguíneo, los depósitos de grasa a lo largo de los vasos sanguíneos y disminuyen con el tiempo desaparecen por completo. Como resultado, la sangre fluye más fácilmente, lo que también puede disminuir el riesgo de tener presión arterial alta.
Reducir el estrés y la depresión
Otro uso importante de collares magnéticos implica la reducción del estrés y la depresión tratamiento. Imanes, especialmente utilizados en la noche, pueden aumentar los niveles de melatonina. La melatonina es una hormona producida por la glándula pineal del cerebro que tiene algo de un efecto calmante en el cuerpo y controla los ciclos de sueño del cuerpo. El aumento de los resultados de la melatonina para reducir el estrés en más de relajación, que, naturalmente, aumenta la energía.
Otros Beneficios
Autor de Terapia BIOMAGNETICO, Gary Null, se concluye que, además de aliviar el malestar y el dolor, imanes también pueden reducir la inflamación, ayudar a los hongos del cuerpo de barrio, bacterias, y virus, trastornos del sistema nervioso central correctas, y reducir los síntomas del envejecimiento, bronquitis, esguinces, apendicitis, asma, quemaduras, cáncer, enfermedades del corazón, fisuras de mama, espasmos musculares, síndrome del túnel carpiano, la endometriosis, la dermatitis, la fibromialgia, cervicitis, dolor de oído, lesiones en la cabeza, el dolor y las tensiones de las articulaciones.