Médula Ósea Enfermedad metastásica
Cuando las células cancerosas se desprenden del tumor original, pueden viajar a través del torrente sanguíneo o del sistema linfático (esto incluye los ganglios linfáticos y los vasos) a otras partes del cuerpo. Por lo general, estas células mueren en el camino, pero en ocasiones se instalarán en una nueva zona, como la médula ósea. Esto puede ocurrir en cualquier hueso del cuerpo, pero más a menudo a pasar en los ejes de los huesos largos del cuerpo, como las piernas.
Signos y síntomas
El síntoma más común de metástasis de médula ósea es el dolor de huesos. Al principio, el dolor puede aparecer y desaparecer y se alivia con el ejercicio, sin embargo, conforme avanza la enfermedad, el dolor puede ser constante y empeora con la actividad. Los pacientes también pueden experimentar hinchazón, rigidez o sensibilidad en los huesos. La anemia, o recuentos bajos de glóbulos rojos, también pueden indicar cáncer de la médula ósea. Estos síntomas pueden tener muchas causas, por lo que es importante consultar con un médico para determinar si son causados por el cáncer.
Rayos X Diagnóstico
Es importante hablar con un médico cualquiera de los síntomas que están relacionados con la metástasis ósea del hueso. Una exploración de rayos X es una manera de detectar algunos tipos de metástasis ósea. Es capaz de detectar tanto la metástasis osteolítica, donde los huesos se han hecho menos denso por el cáncer, y metástasis osteoblástica, donde los huesos se han hecho más densa. Metástasis osteolítica aparece en un escáner de rayos X en forma de manchas oscuras, y las metástasis osteoblásticas aparece como manchas blancas.
Otros Bone Scans
Una gammagrafía ósea con radionúclidos es a menudo utilizado para determinar si el cáncer se ha extendido por metástasis a la médula ósea. En esta técnica, el paciente se inyecta con una sustancia radiactiva que se llama un "marcador", que es atraído a la médula ósea enferma por todo el cuerpo. Tomografía (TC) computarizada es similar a la exploración de rayos X, pero en lugar de tomar una sola imagen, que gira alrededor del paciente, teniendo varios desde diferentes ángulos para proporcionar una sección transversal detallada de una parte del cuerpo. La resonancia magnética (MRI) utiliza ondas de radio e imanes fuertes para hacer un mapa del cuerpo. MRI es útil para observar la médula espinal. En una topografía exploración por emisión de positrones (PET), azúcares radiactivos se inyectan en el torrente sanguíneo. Las áreas cancerosas absorben estos azúcares más rápidamente que las células normales, dando al médico una idea de la ubicación del cáncer. Los análisis de sangre, como las pruebas para monitorear el nivel de calcio de la sangre o la detección de la anemia, también se pueden utilizar para diagnosticar la enfermedad metastásica ósea. Una vez que se detecta un área cancerosa, una biopsia puede ser necesaria.
Tratamiento
metástasis de la médula ósea suele tratarse apuntando el cáncer original que lo causó. Este tipo de cáncer se puede tratar con quimioterapia o terapia hormonal. Si el cáncer metastásico ha destruido cantidades significativas de médula ósea, puede ser necesario un transplante de médula ósea. Si la quimioterapia es eficaz para tratar el cáncer, los síntomas de la metástasis de la médula ósea a menudo desaparecen.
Prevención
La única manera de mantener un cáncer se propague al hueso ósea o de cualquier otra parte del cuerpo es tratarlo antes de que tenga la oportunidad de propagarse. La detección temprana es crucial, y los exámenes como mamografías son necesarios para detectar el cáncer antes de que pueda comenzar a propagarse. Es importante hablar con un médico que sea necesario tomar exámenes y con qué frecuencia se deben administrar para detectar el cáncer lo más temprano posible.