Correctivas Ejercicios para linfedema

Un programa de ejercicio bien estructurado es vital para la salud de un paciente con linfedema. Los investigadores han encontrado que el movimiento durante una sesión de ejercicios ayuda a drenar la linfa de la zona afectada y se mueve en el torrente sanguíneo. Los riñones excretan el exceso de líquido y se elimina al orinar. El ejercicio también es beneficioso para los pacientes con cáncer, ya que aumenta la energía y el bienestar general. Ejercicio

ejercicios cardiovasculares o aeróbicos aeróbicos aumentan el ritmo cardíaco durante un período prolongado de tiempo. Algunos de los mejores incluyen caminar, trotar, andar en bicicleta y nadar. Estos tipos de ejercicios mejoran la circulación de la sangre y la linfa. También ayudan a desviar el fluido fuera de las zonas afectadas por el cáncer. La fatiga y el cansancio inherente acompañan a la mayoría de tipos de cáncer después del tratamiento, el ejercicio cardiovascular ayuda a disminuir la sensación
Strength Training

entrenamiento de resistencia ofrece un par de diferentes beneficios para las personas con linfedema.. El primero es que la contracción de los músculos ayuda a empujar el líquido linfático en el pecho y lejos de la zona afectada. El entrenamiento de resistencia también estimula la respiración profunda, la cual ayuda a que el tejido de recibir un suministro suficiente de oxígeno. Esto permitirá el drenaje linfático. Los ejercicios deben ser de leve a moderada y no debe provocar dolor. Si el dolor agudo se siente, pare inmediatamente.
Estiramiento

linfedema a menudo causa la sensación de tirantez en la piel y los músculos en los pacientes. Se alienta a los estiramientos sencillos antes y después de un cardio o entrenamiento de fuerza. Esto ayudará a calentar y enfriar los músculos. El estiramiento puede ayudar a aumentar el rango de movimiento en la zona afectada y mejorar la flexibilidad. Sin embargo, esto debe ser sólo una parte de un programa de ejercicio completo que incluye cardio y ejercicios de resistencia. Además, nunca comenzar un programa de ejercicios sin consultar con su médico.