Tratamiento para el cáncer de Fiebre

tratamiento Fiebre de cáncer se refiere a la elevación médicamente controlada de la temperatura del cuerpo para eliminar las células cancerosas. En términos médicos, el tratamiento de la fiebre generalmente se conoce como terapia de calor o hipertermia. Historia

M. Busch, un médico alemán, documentó el primer estudio científico de una posible relación entre el calor (fiebre) y su efecto sobre el cáncer en 1866, cuando se documentó la desaparición del sarcoma del cuello de un paciente después de una fiebre. Posteriormente, hubo varios informes de cáncer favorablemente que responden a la terapia de calor.
¿Qué es la hipertermia?

Hipertermia, la creación de una temperatura corporal más alta de lo normal, se puede utilizar para dañar y destruir las células cancerosas. Estas células pueden ser asesinados si el calor se aplica alta directamente a ellos, pero este método también pueden matar a las células sanas. Por lo tanto, el control cuidadoso de la temperatura es vital para la seguridad de este tratamiento.

Métodos de uso

hipertermia es administrado a nivel local, regional (por ejemplo, para una completa extremidad o cavidad del cuerpo), o para todo el cuerpo cuando el cáncer se ha diseminado (metástasis). La aplicación local (ablación térmica) de alta temperatura puede matar a un área pequeña de células de cáncer (como un tumor), mientras que los tratamientos corporales regionales o conjunto implican calentar grandes áreas o todo el cuerpo.
Beneficios

Según la Sociedad Americana del Cáncer, la investigación ha demostrado que los tratamientos tradicionales contra el cáncer parece ser más eficaz en la destrucción de las células cancerosas cuando se utilizan en combinación con la terapia de calor. Además, algunas cirugías se pueden evitar mediante el uso de la ablación térmica para destruir tumores.
Consideraciones

Aunque la hipertermia es prometedor, hay limitaciones, incluyendo el control preciso de la temperatura, que puede ser difícil de lograr. También hay son los efectos secundarios potenciales, incluyendo ampollas, hemorragias, quemaduras, inflamación, dolor localizado, y la infección.