Cómo detectar el cáncer de cuello uterino

De acuerdo con el sitio web Medline Plus, cervical aumenta el riesgo de cáncer con la actividad sexual --- cuanto antes una mujer comienza a tener relaciones sexuales y los más parejas que ella tiene, mayor es el riesgo de desarrollar cáncer cervical. Afortunadamente, la mayoría de los casos de cáncer cervical se puede detectar temprano a través de visitas regulares al ginecólogo y la utilización de las pruebas de Papanicolaou. Cuando existe algún indicio de anormalidad en el cuello uterino, se requieren pruebas adicionales para descartar correctamente el cáncer de cuello uterino como una amenaza. Instrucciones
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programar citas regulares con su ginecólogo para ayudar a protegerse contra el desarrollo de un caso avanzado de cáncer de cuello uterino. La comprobación periódica puede ayudar a localizar el cáncer de cuello uterino en su forma pre-cancerosas, dando lugar a una tasa de supervivencia a cinco años de asombroso 92 por ciento, según la Sociedad Americana del Cáncer. Usted debería ser revisado regularmente para el cáncer cervical no más de tres años después de convertirse en sexualmente activos.
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Realizar más pruebas visuales cuando una prueba de Papanicolaou muestra un resultado anormal. Según el Departamento de Salud Pública de Illinois, el siguiente paso en la línea hacia la evaluación del cáncer de cuello de útero implica visualmente un procedimiento conocido como colposcopia. Este procedimiento consiste en utilizar un pequeño instrumento para permitir que el médico revise el propio cuello uterino para detectar cualquier signo de anomalía.
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análisis de tejidos conducta donde la prueba visual o los resultados de Papanicolaou sugieren la presencia de cáncer. Hay un número de diferentes formas de extraer tejido del cuello uterino, incluyendo una biopsia tradicional (escisión de una pequeña área de la zona sospechosa). Otros métodos de eliminación de tejido incluyen el procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa (con alambre cargado eléctricamente para eliminar una sección delgada del cuello del útero), el legrado endocervical (utilizando un instrumento pequeño, de cuchara para sacar a cabo una muestra de tejido), o, para los más grandes zonas sospechosas, un cono-biopsia (extracción de una cantidad más gruesa, en forma de cono de tejido). Estas pruebas tienen la capacidad de identificar positivamente el cáncer cervical.