CLL: Condición y síntomas

La leucemia linfocítica crónica o LLC, es una forma de leucemia que puede ser tratada con éxito en función de lo lejos que la condición haya avanzado al momento del diagnóstico. Para diagnosticar la CLL, un médico examinará la sangre y la médula ósea. Una prueba de imagen, como una tomografía computarizada también se puede utilizar para tratar de determinar hasta qué punto la situación se ha extendido. Descripción

CLL es un cáncer que afecta la médula ósea, ya que produce linfocitos, los glóbulos blancos que combaten las enfermedades y las infecciones. Debido a que es una enfermedad crónica, tiende a desarrollarse a un ritmo más lento que otras formas de leucemia. El Instituto Nacional del Cáncer estima que cerca de 15.000 personas por año en los Estados Unidos son diagnosticados con CLL.
Síntomas

personas con CLL pueden no presentar síntomas tempranos del todo, o síntomas que empiezan leves y empeoran lentamente. Algunos de estos síntomas incluyen ganglios linfáticos inflamados (experimentado como masas indoloras que aparecen en el cuerpo), pérdida de peso inexplicable, sudoración excesiva, especialmente por la noche, una sensación general de cansancio, y una fiebre persistente que se repite con más frecuencia que la condición avanza.
Progresión

CLL progresa, los síntomas no necesariamente cambia, pero se vuelven más severos e incómodo. Las fiebres son mucho más frecuentes y se acompañan de otras infecciones, como las infecciones pulmonares que pueden afectar la respiración. Comer la menor cantidad de alimentos puede hacer que un paciente se sienta completamente lleno, lo que dará lugar a la pérdida de peso rápida. El hígado y el bazo pueden comenzar a inflamarse, lo que hará que las zonas cálidas y tiernas en la parte posterior.
Tratamiento

En algunos casos, el médico sólo puede controlar el CLL y optar por no tratar a menos de que sea peor. Según la Clínica Mayo, cerca del 33% de todos los casos de CLL no reciben tratamiento porque el tratamiento no es necesario. Se aconseja a los enfermos para hacer cambios de estilo de vida y se prescriben medicamentos para tratar los síntomas, pero la propia CLL nunca avanza. Para tratar la CLL progresiva, el médico puede utilizar la quimioterapia, la radioterapia o una combinación de los dos. En casos más extremos, puede ser necesario un trasplante de médula ósea.
Factores de riesgo

El Instituto Nacional del Cáncer enumera la edad y los antecedentes familiares como dos de los principales factores de riesgo de CLL. Los hombres blancos de mediana edad tienen un riesgo más alto que cualquier otro grupo, y las personas con antecedentes familiares de LLC también están en alto riesgo. Con la historia de la familia, que no tiene por qué ser una historia específica de CLL, cualquier forma de cáncer linfático pone a una persona en riesgo

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