Barreras a la comunicación con niños autistas

El autismo es un trastorno en el cual una persona tiene problemas para interactuar y comunicarse, y se retira de su entorno. Si bien la gravedad de la enfermedad varía considerablemente de persona a persona, las barreras de comunicación son una comunidad para todos los enfermos. El autismo es cuatro veces más frecuente en los niños y no se entiende completamente. Autismo crea muchas barreras a la comunicación y los cuidadores deben diseñar estrategias para ayudar a los niños autistas a lidiar con su enfermedad para desarrollar habilidades sociales que les ayuden en el futuro. Comportamientos repetitivos

Los niños autistas generalmente encuentran consuelo en conductas repetitivas como agitar la mano, señales verbales y balanceo cabeza. A veces estos comportamientos repetitivos están dañando físicamente, como cuando incluyen golpearse la cabeza o bofetadas. Estos comportamientos a menudo se producen en momentos de estrés y ocupan la atención del niño, por lo que es difícil comunicarse con él.
Aversión a la interacción social

Una de las características del autismo es una aversión de la interacción social. Muchos niños autistas actuar cuando se presentan con otro niño o pide a interactuar con un cuidador. Prefieren estar en un espacio tranquilo y familiar, libre de personas o experiencias nuevas. Esto crea una barrera para la socialización que interfiere con el desarrollo de habilidades de comunicación.

Retrasos en el lenguaje

autismo a menudo va de la mano con un retraso en el desarrollo de las competencias lingüísticas. Los niños autistas que no pueden expresarse con palabras a menudo se sienten frustrados y actúan. La combinación de un vocabulario limitado, con una incapacidad para interactuar crea una barrera de comunicación significativa.
Arrebatos

Cuando un niño autista siente abrumado o miedo, puede ser propenso a explosiones o rabietas verbales y físicas. Con el fin de comunicarse con el niño, un cuidador debe primero calmar al niño hacia abajo y volver a su estado de ánimo a la línea base, que puede ser difícil o imposible en algunos casos. A menudo, los niños autistas tienen una cantidad significativa de tiempo o el sueño antes de que puedan empezar a interactuar con la gente.