La progresión de la enfermedad del ALS

ALS, también conocida como enfermedad de Lou Gehrig, es una enfermedad neurológica degenerativa de progresión rápida. Afectando y destruyendo las neuronas motoras, esclerosis lateral amiotrófica afecta a la capacidad del cerebro para controlar y poner en marcha la función muscular, llevando eventualmente a la parálisis y la muerte. Los informes ALS Association que alrededor de 5.600 nuevos casos son diagnosticados cada año en los Estados Unidos, con el 60 por ciento de los nuevos pacientes son varones. Debido a la ELA no tiene cura, es fundamental para los pacientes diagnosticados de comenzar un tratamiento inmediato y agresivo para frenar el proceso degenerativo, que es único en la tasa y característico para cada individuo. Los primeros signos

Los primeros síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica, o ELA, son lo suficientemente sutiles para ser pasado por alto. La queja más frecuente que conduce al diagnóstico es la debilidad muscular o dificultad para controlar una sola extremidad. Ejemplos pueden incluir tropezar, caer objetos y la fatiga muscular después de realizar tareas comunes, como afeitarse, lavarse los dientes o el pelo, y la escritura. Arrastrando las palabras y el tono ronco de su voz ocurrir por debilidad muscular laríngeo, que también puede producir dificultad para tragar líquidos. Espasmos musculares inusuales, llamados fasciculación, calambres y espasmos pueden estar presentes y dolorosos en las primeras etapas. Una pérdida de peso inexplicable puede derivarse de una disminución de la masa muscular mayor.
Bulbar

Presentación de los síntomas depende de la localización de las neuronas afectadas. Habla y alteración de la deglución son indicativos de degeneración de las neuronas del tronco cerebral y se denominan "bulbar." Salivación excesiva y la incapacidad para tragar resultado babeo. Asfixia y la aspiración frecuente puede llevar a la neumonía. Alrededor del 25 por ciento de los casos de ELA comienza con signos bulbares, con un 75 a 85 por ciento de todos los pacientes con ELA eventualmente desarrollar estos síntomas.
Somática

pérdida de la movilidad en los brazos y piernas, debilidad de los músculos respiratorios y la fatiga muscular generalizada son los síntomas somáticos que indican la degeneración de las células nerviosas de la médula espinal. La atrofia de estas neuronas resulta en parálisis muscular, dejando a un paciente debilitado e incapaz de cuidar de sí mismo. La mayoría de los pacientes con ELA mueren de fallo respiratorio cuando el diafragma y los músculos de la pared torácica no.
Survival

Desde el momento del diagnóstico de la ELA, el paciente promedio sobrevive tres a cinco años. Un pequeño porcentaje de pacientes, con una forma de evolución lenta de la enfermedad, han vivido entre 10 y 20 años. Esta variación rara mostró un alto espontánea de la progresión, similar a la remisión. La depresión es común entre los pacientes, ya que su mente y sus sentidos se verán afectados y alerta.
Tratamiento

No existe cura para la ELA, sólo medicamentos para tratar los síntomas. Si un paciente desarrolla signos de alerta temprana, es fundamental buscar una evaluación inmediata de un especialista en neurología calificado. El daño causado por la ELA no es reversible, pero el tratamiento con litio ha mostrado la promesa de frenar la progresión de la enfermedad.