Ejercicios terapéuticos Acuáticas para las personas con la enfermedad de Parkinson

La terapia acuática puede ser beneficioso para las personas con la enfermedad de Parkinson. La persona que realiza el tratamiento debe tener un asistente para cada persona en el grupo. Caminar en la piscina

Este es un excelente ejercicio para las personas con la enfermedad de Parkinson. Los temblores que se asocian con la enfermedad de Parkinson pueden disminuir, mientras que la persona que está en la piscina a pie. Lo mejor es caminar en el agua que es la cintura. El asistente debe estar junto a la persona, dispuesta a ayudar si hay una pérdida de equilibrio. Simplemente caminar contra la resistencia del agua ayudará a construir la fuerza.
Respiración

La persona con Parkinson puede practicar una técnica de respiración para la natación. Esto debería estar en aguas poco profundas para que pueda ponerse de rodillas. La cara se pone la cara en el agua. La persona que sopla burbujas y luego vuelve la cabeza hacia un lado para conseguir más aire. Hay peligros en este ejercicio. Un asistente debe estar cerca para ayudar a los pacientes si se resbala.
Brazo Carrera

Una persona con Parkinson puede trabajar en la brazada mientras trabaja con un asistente . Trabajo en aguas poco profundas, el asistente puede ser justo al lado del paciente, listo para poner una mano debajo de la cintura si hay cualquier deslizamiento o pánico. El paciente debe tener un movimiento de la natación por encima con el fin de obtener el máximo beneficio. Cuando levanta el brazo izquierdo fuera del agua, se debe girar a su izquierda para respirar. El asistente debe estar en el lado derecho de no ponerse en el camino. Esto puede continuar durante dos o tres minutos. Muchas de las personas con Parkinson encuentran que temblores disminuyen significativamente mientras están en el agua. Una persona con Parkinson que hace la terapia acuática todos los días también puede notar una disminución de los temblores en el día a día.