Los efectos negativos de la ingeniería genética

genética es el estudio de los genes, el ADN y maquillajes celulares. La ingeniería genética es un campo que utiliza la tecnología para estudiar y alterar los genes, la codificación de ADN y las células. Este tipo de tecnología tiene como objetivo crear organismos mejorados, manipulados y nuevos. Hoy en día, las plantas y los animales son los temas principales de los ingenieros genéticos, aunque también están estudiando los seres humanos. Las mutaciones

Porque la ingeniería genética no es una ciencia estable, los resultados de las modificaciones sólo se pueden predecir. Todavía hay posibilidades de que las alteraciones genéticas, las horas extraordinarias, pueden dar lugar a mutaciones. Las plantas y los animales mutados, si son ingeridos por los seres humanos, pueden resultar tóxicos. En la investigación con células madre humanas, también pueden producirse mutaciones que pueden incluso convertir las células madre en los tumores, lo que aumenta el riesgo de cáncer.
Nutrición

Plantas y otras de ingeniería genética organismos, si la intención de ser consumidos por los seres humanos, no pueden contener el valor nutricional que tenían antes de ser alterados. Por ejemplo, un vegetal alterada puede aparecer ser madura y saludable en el momento del consumo, ya que está diseñado para parecer frescos. Sin embargo, ese vegetal puede llegar a ser excesivamente maduros y todos sus nutrientes ya se haya agotado.
Más números de células madre

Las células madre embrionarias son producido a través de ingeniería genética. Además de tumores mutados, células madre, después del trasplante, pueden experimentar la diferenciación. Esto significa que van a asumir funciones que no tenían la intención de llenar. Si esto ocurre, el cuerpo del anfitrión puede rechazar la diferenciada. El sistema inmune del huésped atacará las células y causar daño a las células y al cuerpo.
Herbicidas y pesticidas

Debido a que muchas frutas y verduras son alterados genéticamente para resistir los efectos de los herbicidas, los agricultores y otros fabricantes pueden incrementar su uso de productos químicos. Algunos de los productos químicos utilizados para disuadir a las plagas y malas hierbas no son saludables para el medio ambiente y puede causar consecuencias no planeadas. Además, los herbicidas y pesticidas pueden mezclar con el agua y el suelo cerca de las plantaciones y granjas y pueden contaminar los productos y el agua, que no son resistentes a los productos químicos.