Alopecia Aerota tratamientos con esteroides
La forma más común de corticosteroides para el tratamiento de la alopecia areata es una crema tópica aplicada directamente a la zona afectada. Los corticosteroides tópicos vienen en una amplia variedad de marcas y los puntos fuertes, ya menudo son prescritos por un médico.
La fórmula 1 por ciento de hidrocortisona que se puede comprar sin receta médica no suele ser lo suficientemente fuerte como afecta el crecimiento del cabello. Los esteroides tópicos deben tener la resistencia adecuada para el tratamiento de la enfermedad, pero no demasiado fuerte como para crear efectos secundarios negativos, como el daño del folículo del cabello, crecimiento excesivo de vello y acné.
Intralesional inyecciones
Los corticosteroides también se pueden inyectar por debajo de la piel, directamente a las raíces afectadas, para estimular el crecimiento del cabello. Estos son conocidos como las inyecciones intralesionales y deben ser recetados por un médico. La inyección debe ser precisa, se inyecta demasiado profundo o demasiado alto, y los esteroides será prácticamente inútil. Una vez que la enfermedad ha afectado a más de la mitad del cuero cabelludo, no se recomienda el uso de inyecciones intralesionales debido a la gran cantidad de medicamento necesaria para cubrir el cuero cabelludo.
El efecto secundario más común es la atrofia de la piel causada por cantidades excesivas de la droga se inyecta en un punto. Si las inyecciones continúan, esta atrofia puede convertirse en permanente. Se han notificado casos de glaucoma o cataratas y, rara vez, la ceguera relacionada con inyecciones cerca de la parte delantera del cuero cabelludo.
Administración sistémica
administración sistémica (ya sea por vía oral o por inyección directa en los músculos a través de) coloca las cantidades más altas de corticosteroides en el cuerpo. Tratamiento sistémico con corticosteroides se ha demostrado ser muy eficaz en la regeneración del cabello, pero a menudo se producen recaídas al finalizar el tratamiento o la reducción de la dosis. El tratamiento debe ser administrado por un médico y no se puede simplemente interrumpirse. En cambio, el cuerpo debe ser destetados de la droga.
Administración sistémica es generalmente un tratamiento de último recurso, ya que puede causar graves efectos secundarios, como la presión arterial alta, la diabetes, la supresión del sistema inmunológico, la osteoporosis y los coágulos de sangre en el corazón.