Los efectos y efectos secundarios de la Ciplar
médicos recetan Ciplar para bajar la presión arterial, lo que ayuda a prevenir derrames cerebrales, ataques cardíacos e insuficiencia renal. También se utiliza para tratar la angina de pecho y trastornos del ritmo cardíaco, y puede ser administrado después de un ataque al corazón para mejorar su supervivencia. Además, Ciplar es eficaz en el tratamiento del glaucoma, y la reducción de la frecuencia y gravedad de los dolores de cabeza de migraña. Algunas personas lo toman para aliviar la ansiedad.
Efectos secundarios comunes
Algunos efectos secundarios son comunes, pero se disipan después de que el paciente se acostumbra a la medicación, como señaló RxList . com. Estos incluyen mareos, somnolencia, fatiga, mareos, sueños extraños, insomnio, problemas de visión, dolor de estómago y diarrea o estreñimiento. Ciplar puede disminuir el flujo sanguíneo a las extremidades, lo que resulta en las manos y los pies sensación de frío. Fumar agrava este efecto.
Efectos secundarios graves
Los efectos secundarios más graves asociados con el propranolol son raros y requieren atención médica inmediata. Tal como se recoge en los EE.UU. Institutos Nacionales de Salud y eMedTV, estos incluyen dolor de pecho o dolor de pecho, latidos cardíacos irregulares o muy lentos, mareos permanente, desmayos, hinchazón de las manos o pies, sangrado o moretones inusuales, dolor de garganta, aumento de la sed y aumento de la micción. Además, algunas personas experimentan una reacción alérgica a Ciplar, con signos de erupción cutánea, hinchazón de la cara o de la boca y dificultad para respirar.
Consideraciones
Según eMedTV, teniendo pacientes Ciplar para angina de pecho o la presión arterial alta y personas con algún tipo de enfermedad del corazón, no deben interrumpir la medicación de repente porque puede empeorar la condición. Un médico puede ayudar a disminuir gradualmente la dosis.
Interacciones medicamentosas
Además, eMedTV advierte que el propranolol puede interactuar con muchos otros medicamentos. Estos incluyen el alcohol, bloqueadores alfa, otros betabloqueantes, bloqueantes de los canales de calcio, medicamentos arritmia, clonidina, digoxina, inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos (AINEs), medicamentos para la tiroides, antidepresivos tricíclicos y warfarina.