Las dietas de IG para controlar los niveles de azúcar en sangre
Consumir una dieta que consiste en carbohidratos de IG bajo, cantidades moderadas de proteína magra y una modesta cantidad de fuentes de grasas saludables para seguir una dieta básica GI. Los elementos más bajos en la escala de GI son las verduras, con elementos tales como el brócoli, la lechuga, el pepino y la espinaca tiene un valor relativamente nominal de sólo 10. Las frutas son generalmente el siguiente en el índice glucémico, con cerezas, cítricos, manzanas, peras y albaricoques son todas buenas opciones para el GI dieta. Finalmente los granos enteros son la otra categoría en la que tendrá que centrarse al seguir una dieta baja en GI. Se adhieren a 100 por ciento de elementos integrales a base de centeno, pan amargo, el trigo sarraceno, la cebada y la avena para mantener niveles bajos de azúcar. En cuanto a las fuentes de proteínas en la dieta, se adhieren a unbreaded cortes naturales de carne de res, pollo, mariscos y pavo, así como algunos productos lácteos bajos en grasa. Complete su dieta con una pequeña porción de grasa no saturada en cada comida, lo que retrasará la digestión y aún más los niveles de azúcar de sangre del control. Buenas muestras de grasas no saturadas son el aceite de oliva, almendras y aceite de pescado.
Comprender el índice glucémico
Entender que el índice glucémico no es más que un ranking que enumera los hidratos de carbono con el fin de la rapidez con que son absorbidos por el cuerpo. Esto es significativo, como azúcar en la sangre se eleva más rápido en gran medida por carbohidratos de digestión, ya que los nutrientes de estos elementos se liberan en el torrente sanguíneo en un torrente, inflando los niveles de azúcar en la sangre, y forzando al cuerpo a hacer frente a la situación a través de la liberación de grandes cantidades de insulina. La insulina es una hormona que se une al azúcar en la sangre, lo que lleva a los músculos (para ser utilizado como energía) o grasa (para ser almacenados para su uso posterior). Donde azúcar en la sangre se eleva en la ausencia de ejercicio, una mayoría de que se almacena en forma de grasa, que conduce a problemas de control de peso. La dieta baja en GI evita este problema al mantener azúcar en la sangre en un nivel bajo y estable durante todo el día, reduciendo al mínimo el almacenamiento de grasa.