Los mejores tratamientos para una hernia de disco
diagnóstico de una hernia de disco se realiza a través de una historia clínica completa y un examen físico. El médico le preguntará acerca de la aparición del dolor (gradual o súbita), lo que estaba haciendo en ese momento comenzó el dolor, y los síntomas que está experimentando. El dolor asociado con una hernia de disco se describe típicamente como punzante, agudo, o ardor, con o sin entumecimiento asociado, que se irradia hacia abajo a través de la pierna o el brazo, dependiendo de la localización de la hernia de disco. Además, el médico evaluará la función motora, sensorial, y el reflejo pidiéndole que realizar movimientos o maniobras específicas. La resonancia magnética puede ser necesario definir con mayor precisión la ubicación de la hernia de disco.
Tratamiento no quirúrgico
En la mayoría de los casos, se inicia el tratamiento no quirúrgico, conservador de las hernias discales. Este consiste en medicamentos como el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos, reposo en cama, y /o terapia física.
Medicamentos son recomendados para ayudar a aliviar el dolor asociado con discos herniados. Si bien el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroides pueden darse para el dolor leve a moderado, las personas que experimentan un dolor más intenso se podría dar medicamentos para el dolor neuropático (por ejemplo, la gabapentina, pregabalina, duloxetina, tramadol), relajantes musculares (por ejemplo, metocarbamol, carisoprodol, ciclobenzaprina), o una inyección de corticosteroides.
Los médicos suelen recomendar uno o más días de reposo en cama. Cualquier actividad debe ser lenta y gradual para permitir la inflamación a disminuir.
Terapia física puede incluir masaje, el hielo y la aplicación de calor, la tracción, estiramiento, ultrasonido, o la estimulación eléctrica del músculo. El fisioterapeuta trabajará en estrecha colaboración con las recomendaciones de un médico para desarrollar un plan de tratamiento basado en los síntomas individuales.
Tratamiento quirúrgico
Para los casos más graves en los que el dolor afecta significativamente las actividades de la vida diaria, la función comienza a deteriorarse (es decir, el intestino y /o de los riñones, neurológico que empeora la función), o si los discos están degenerando, la intervención quirúrgica debe ser considerada.
La decisión sobre qué tipo de procedimiento quirúrgico a realizar depende de los síntomas de cada paciente y la localización de la hernia de disco. Las opciones incluyen procedimientos mínimamente invasivos (por ejemplo, quimionucleolisis), procedimientos endoscópicos o compresión abierto (por ejemplo, la discectomía, microdiscectomía, laminectomía, laminectomía, la fusión espinal).