El vértigo posicional Síntomas
mareos causa una sensación de giro tan aguda que el paciente puede no ser capaz de levantarse de la cama o incluso levantar la cabeza. Menos a menudo, la condición no es tan significativa, con sólo una ligera sensación de giro cuando se gira la cabeza. La gravedad de los síntomas depende del tamaño de la pieza de calcio y la cantidad que altera la normal, sin restricciones de flujo del fluido.
Visión
Con El vértigo posicional, muchos pacientes se quejan de que las cosas parecen estar en movimiento, por lo general en los movimientos rápidos de lado a lado. En el peor de los casos, el vértigo y spinning son tan malas que se puede producir vómitos. A pesar de todo esto, no hay peligro de daños a largo plazo asociados con el vértigo posicional.
Complicaciones
vértigo posicional puede causar vómitos excesivos, que puede degradar los dientes con los ácidos del estómago y también causar úlceras de garganta. Vómito excesivo también puede causar deshidratación, lo que ocurre cuando el paciente es incapaz de retener líquidos. Si el paciente está empezando a mostrar signos de deshidratación y no puede retener los líquidos, una vía intravenosa puede ser necesaria la administración de líquidos por vía intravenosa.
Tratamiento
Un tratamiento para el vértigo posicional se llama la maniobra de Epley. Esto implica dejar que el apoya cabeza en diferentes posiciones, manipulando el flujo del fluido en el interior del oído interno. El ciclo completo se realiza tres veces. La maniobra de Epley es de un 70 por ciento de éxito en la prevención de recurrencias, pero a veces puede ser necesario repetir el tratamiento posterior.
Síntomas Tratamiento
medicamentos para los síntomas de vértigo posicional incluyen antihistamínicos, anticolinérgicos y sedantes-hipnóticos. Estos tres tratan los síntomas, pero no impiden las recurrencias, como la maniobra de Epley hace. Además, estos medicamentos tienen efectos secundarios como somnolencia, inquietud, nerviosismo, dolor de estómago, pérdida de coordinación, aumento de la temperatura corporal, aumento del ritmo cardíaco, temblores, confusión, agitación, euforia, pérdida de la memoria, el habla alterada y pérdida de concentración. En raras ocasiones, convulsiones, coma y la muerte pueden ocurrir de anticolinérgicos.