¿Cuáles son los síntomas de la intoxicación crónica?
Las personas que sufren de la intoxicación crónica se convierten poco a poco enferma después sea un largo período de constante exposición de bajo nivel a la sustancia venenosa o breves períodos de exposición esporádica a través del tiempo. Esto difiere de la intoxicación aguda en la que los individuos afectados experimentan síntomas graves en cuestión de minutos u horas de la ingestión de una sustancia tóxica. La intoxicación crónica ocurre más a menudo con sustancias que pueden acumularse en el cuerpo con el tiempo, como el mercurio, DDT, y varios tipos de compuestos de plomo.
Síndrome de Fatiga Crónica
Uno de los síntomas más comunes de la intoxicación crónica es el inicio gradual de los síntomas de síndrome de fatiga crónica. El individuo experimentará fatiga abrumadora y debilitante y una sensación general de malestar perpetuo. Ellos pueden desarrollar insomnio y sufren de dolor muscular que afecta a los músculos diferentes en momentos diferentes.
Problemas Neurológicos
Si, con el tiempo, los depósitos de la sustancia tóxica acumule dentro del cerebro, se puede desarrollar una serie de síntomas neurológicos. Estos incluyen cambios repentinos e inesperados de humor, irritabilidad y episodios de ira excesiva marcada por la depresión extrema. A menudo, la persona comienza a tener dificultades con la memoria a corto plazo y la concentración. En algunos casos, sus habilidades motoras y verbales bien pueden ser obstaculizadas: puede resultar más difícil llegar a las palabras correctas al hablar, o tienen dificultades para escribir Otros síntomas se desarrollan cuando las toxinas acumuladas daños órganos dentro del cuerpo. Los más comunes son el hígado y el riñón, dando lugar a los síntomas característicos de la insuficiencia hepática o renal:. Ictericia, fatiga, vómitos o diarrea, pérdida de peso inexplicable, y cambios en los hábitos urinarios y la cantidad y el aspecto de la orina Si una mujer embarazada sufre de envenenamiento crónico, existe el riesgo de que el desarrollo del feto se rompe, lo que resulta en un defecto de nacimiento físico o neurológico. Un ejemplo de este fenómeno se produce cuando las mujeres embarazadas que consumen grandes cantidades de pescado que contienen metilmercurio, como el pez espada, el atún y la caballa. En un estudio realizado en Minamata, Japón, las mujeres que comían grandes cantidades de este pescado durante el embarazo aumentaron su exposición del feto al mercurio y aumentaron enormemente la posibilidad de que su hijo nazca con parálisis cerebral o trastornos neurológicos.
Organ Damage
Defectos de Nacimiento