¿Cuáles son los dos diferentes tipos de Strokes?
Un accidente cerebrovascular isquémico se produce cuando se reduce el suministro de sangre a una parte del cerebro. Esto conduce a un funcionamiento irregular de esta parte del cerebro. Hay dos causas principales de accidente cerebrovascular isquémico. La primera es la trombosis, que es otro término para un coágulo de sangre. Cuando una trombosis obstruye un vaso sanguíneo, el flujo de sangre puede ser limitada o se detiene por completo. La segunda causa es una embolia, que es una partícula viaja dentro de una arteria que ha viajado a través de la corriente sanguínea desde otra región del cuerpo. Esta partícula se forma típicamente en un recipiente grande donde no causa una obstrucción y se aloja en los vasos de menor tamaño relativo del cerebro.
Hemorrágico
Una hemorragia es un término médico para el sangrado. Un accidente cerebrovascular hemorrágico ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro fugas o roturas. Las causas de este tipo de accidente cerebrovascular incluyen la presión arterial alta no controlada - llamada hipertensión - o puntos débiles a lo largo de las paredes de los vasos sanguíneos - llamados aneurismas. Una causa menos frecuente de accidente cerebrovascular hemorrágico es conocida como malformación arteriovenosa o MAV, que es una red de vasos sanguíneos de paredes delgadas que están presentes en el nacimiento. Los dos tipos de accidente cerebrovascular hemorrágico son la hemorragia intracerebral y hemorragia subaracnoidea. La hemorragia intracerebral implica un vaso sanguíneo dentro del cerebro que las ráfagas o fugas y derrames en el tejido circundante. La hemorragia subaracnoidea se produce cuando el sangrado empieza en una arteria en o cerca de la superficie del cerebro, y luego se derrama en la zona comprendida entre la superficie del cerebro y el cráneo.
Ataque isquémico transitorio (TIA)
Un ataque isquémico transitorio o AIT, es un breve episodio de síntomas similares a la apoplejía. A menudo llamado un mini-accidente cerebrovascular, AIT sólo suponen una obstrucción temporal del flujo sanguíneo y, por tanto, no causan daño a los tejidos duradero.