¿Qué significa un alto nivel de peroxidasa tiroidea?
La tiroides es un órgano en la garganta que es la forma de una mariposa y del tamaño de una moneda. Las hormonas son liberadas por la glándula tiroides que ayuda a que ciertas funciones del cuerpo - como la presión arterial, el metabolismo y las funciones del corazón - funcionan correctamente. Peroxidasa tiroidea (TPO) es un anticuerpo que puede ayudar o afectar la producción de hormonas, en función de sus niveles de trabajo.
Función
peroxidasa tiroidea es un tipo de enzima producido en la tiroides. Esta enzima juega un papel vital en ayudar a la glándula tiroides producen hormonas, las hormonas específicamente triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4). Si los niveles de TPO son demasiado altos, puede indicar que existe un problema autoinmune, perturbando así la producción de las hormonas T3 y T4.
Pruebas
TPO prueba mide la cantidad de anticuerpos que existen en la glándula tiroides. Tales pruebas se administran con el fin de detectar la disfunción de la tiroides, o como una prueba de seguimiento para las pruebas de T3, T4, y hormona estimulante del tiroides (TSH). Un endocrinólogo puede recomendar un análisis de TPO para los pacientes que presentan síntomas de hipotiroidismo, o antes de que comience un paciente que toma medicamentos que podrían conducir a hipotiroidismo.
Resultados
Una prueba de TPO leerá como positiva si existe una condición de thyroiditic. En los pacientes que tienen hipotiroidismo, esto es indicativo de la enfermedad de Hashimoto. En pacientes con hipertiroidismo, esto es indicativo de la condición autoinmune de la enfermedad de Graves. Los niveles de peroxidasa de tiroides moderadas pueden indicar que un paciente tiene cáncer de tiroides, la anemia, la artritis reumatoide o la diabetes Tipo 1. Un alto nivel de la peroxidasa tiroidea significa que un paciente tiene la enfermedad de Graves o enfermedad de Hashimoto. OsCommerce Advertencia
peroxidasa tiroidea no tratada puede conducir a problemas reproductivos en las mujeres. Estas dificultades incluyen la infertilidad, parto prematuro, aborto involuntario y la pre-eclampsia. Cuando la enfermedad de Graves y la enfermedad de Hashimoto se dejan sin tratamiento, se puede requerir la extirpación quirúrgica de la glándula tiroides.