Signos y síntomas de un tumor de la médula espinal torácica
En el inicio de un tumor en la médula espinal, es posible experimentar ningún síntoma en absoluto. Esto es en gran parte debido al tamaño del tumor, como un menor crecimiento no necesariamente colocar ninguna presión sobre los nervios. No es hasta que se coloca la compresión de los nervios que aparecen los síntomas.
Dolor
El dolor es uno de los síntomas más comunes de un tumor de la médula espinal torácica. Este dolor a menudo se origina dentro de la zona del tumor, pero luego puede difundir hacia fuera en otras áreas del cuerpo dependiendo del nervio o nervios afectados por el crecimiento. Es posible que sienta dolor en la espalda, la cadera, la pierna o incluso el pecho y los brazos.
Debilidad
Dependiendo del tamaño y la localización del tumor, que También puede empezar a notar un cambio en su fuerza. Usted se convierte en más débiles como las prensas de tumores en los nervios. Al igual que el síntoma de dolor, esta debilidad puede afectar a cualquier parte del cuerpo, en función del nervio afectado por el crecimiento. Conforme pasa el tiempo, es posible que tenga problemas para caminar o cargar cosas, aumentando la posibilidad de caídas.
Entumecimiento
Otro síntoma muy común de un tumor de la médula espinal torácica es entumecimiento. Esta falta de sensibilidad afecta comúnmente a las piernas, pero también se puede experimentar una pérdida de la sensibilidad a lo largo de cualquier área del cuerpo que contiene el nervio. Este adormecimiento puede amortiguar su reacción a los estímulos externos, que afectan la manera en que se siente el calor, el frío o el dolor.
Parálisis
En los casos más graves de los tumores espinales , usted puede comenzar a sufrir de algún grado de parálisis en alguna extremidad que tiene un nervio afectado. Y dependiendo de la cantidad de compresión, que puede conducir a una pérdida total de movimiento en una o ambas piernas y uno o ambos brazos.
Incontinencia
incontinencia es otra potencial de los síntomas de un tumor de la médula espinal torácica. En esta situación, la vejiga o el intestino sufre esencialmente una forma de parálisis, haciéndole perder el control de su orina o heces.