El tratamiento para un virus estomacal en niños
Déle a su niño una solución de rehidratación oral, tan pronto como la diarrea o comienza a vomitar. Es importante mantener a su hijo hidratado. No sustituya agua o otros líquidos para la solución de rehidratación, ya que no tienen la proporción correcta de agua, la sal y el azúcar. Si su hijo es débil o sigue vomitando, trate de darle la solución a cucharada en lugar de con una taza. Si su hijo está teniendo dificultades para mantener nada en el estómago, complementar la solución con cubitos de hielo. En su caso, continuar la lactancia materna o la alimentación con biberón a su bebé, como de costumbre.
Foods
Si su hijo puede mantener bajos los alimentos y tiene hambre, darle alimentos blandos. Buenos ejemplos son la harina de avena instantánea, pasta, arroz, patatas, galletas y sopa. Si su hijo es capaz de comer alimentos más complejos, pasar a carnes, yogur, frutas y verduras. Evite los alimentos con mucho azúcar añadido, así como los alimentos fritos o picantes.
Rest
Asegúrese de que su hijo está recibiendo suficiente descanso. Incluso después de que cesen los vómitos y la diarrea, deje que el cuerpo de su hijo sea su guía. Si el niño se siente bien, permitir la actividad de la luz. Una vez que el vómito y la diarrea ya no son problemas, espere al menos 24 horas antes de permitir que su hijo a reanudar su rutina normal.
Temperatura
Tome la temperatura de su niño al despertar , antes de acostarse, y por lo menos cada cuatro horas en el medio. Esté atento a los signos de una alta temperatura, como las mejillas rojas, un frente cálido, o agotamiento severo.
Cuándo se debe buscar atención médica
Si el vómito o la diarrea tiene una duración de más de 24 horas, llame a su médico para tocar la base. Si la temperatura de su hijo es muy alta, llame al médico también. Considere la posibilidad de traer a su hijo a la sala de emergencia en cualquiera de las siguientes situaciones: los síntomas del niño se vuelven mucho peores, aparece sangre en la diarrea o el vómito, el niño presenta signos de deshidratación, el niño deja de orinar, o la temperatura del niño sigue en aumento.