Cómo diagnosticar la bursitis
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Preste atención a los síntomas que pueden incluir dolores, dolor en la zona bursa, rigidez en las articulaciones, limitación del movimiento, el enrojecimiento y la inflamación de la zona, o una sensación de ardor alrededor de toda la articulación.
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Visite a su médico para obtener un diagnóstico. Describa sus síntomas y explique cuando el dolor comenzó, si ha tenido alguna lesión en el área de la articulación, y cualquier actividad que pueda afectar las articulaciones.
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someterse a un examen físico realizado por su médico , prestando especial atención a la zona afectada. Se presionará sobre diferentes áreas alrededor de la articulación, en busca de áreas sensibles, hinchazón y calor y se comprobará su rango de movimiento.
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Obtenga una radiografía de la zona para descartar la artritis, fractura, depósitos de calcio en las articulaciones, u otras causas de malestar. La bursitis no se puede diagnosticar a partir de una placa de rayos X, pero puede ser útil en la búsqueda de otras posibles fuentes de dolor.
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Acordar hacerse una prueba de sangre para detectar otras enfermedades que pueden causar este dolor , como la artritis reumatoide o la gota.
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Esté listo para su médico para realizar un procedimiento de aspiración, que es el uso de una aguja para extraer líquido de la articulación. Una aspiración y análisis del líquido se realiza si la causa de la enfermedad no es evidente después de inspeccionar y radiografiar la zona o si el tratamiento no es efectivo.