Cómo dejar de Encías Sangrantes
higiene oral es una forma de combatir y prevenir el desarrollo de sangrado de las encías. Lávese los dientes dos veces al día, o al final de cada comida. Use un cepillo de dientes con cerdas suaves para evitar dañar el esmalte dental y las encías ya irritados. Utilice hilo dental diariamente para limpiar entre los dientes. Ciertos tipos de enjuagues bucales están formulados para combatir la gingivitis, así que añadir aquellos a su rutina diaria.
Cambios en la dieta
La vitamina C y el calcio puede ayudar a tratar la enfermedad de las encías al reducir la inflamación y la curación del tejido dañado. La vitamina C puede tomarse en forma de suplementos, tales como jarabes o tabletas. Coma alimentos que son ricos en esta vitamina, como pimientos, naranjas, piñas y tomates. El calcio se presenta en forma de un suplemento, o se puede aumentar la ingesta de queso, leche, yogur, soja y verduras de hojas verdes. Después de comer, beber un vaso de agua para limpiar los restos de bacterias de los dientes y las encías. El agua fluorada es mejor para los dientes porque el fluoruro reduce la caries dental.
Evite productos de tabaco
productos de tabaco
pueden causar problemas bucales, que van desde la caries dental y la gingivitis al cáncer. En lugar de poner en peligro su salud, renunciar a los malos hábitos. Dejar el hábito de fumar o de mascar le ahorrará tiempo de las condiciones adversas de salud, como sangrado de las encías o el cáncer oral, así como los futuros gastos médicos. A su vez a los productos over-the-counter cuando se trata de romper una adicción menor. Sin embargo, si usted tiene un largo historial de fumar o mascar, visite a su médico para recibir asesoramiento profesional.
Consulte a su dentista
concertar una cita con su dentista dos veces al año , especialmente si nota problemas en curso, como sangrado de las encías. Un dentista puede dar a los dientes y las encías de una sesión de limpieza profesional y ofrecer recomendaciones sobre el cuidado oral. El dentista también debe ser capaz de señalar la fuente del sangrado de las encías, si la enfermedad periodontal no es la causa. Otras causas posibles incluyen la leucemia, el escorbuto o los cambios en las hormonas, las cuales requerirán medidas preventivas más específicas.