Cómo mejorar la digestión de los niños

Lamentablemente, en la sociedad de comida rápida de ritmo rápido de hoy, muchos niños sufren de enfermedades digestivas comunes como el estreñimiento o la diarrea. Los niños y los padres deben tomar la iniciativa con el fin de controlar y mantener un sistema digestivo saludable. Algunos cambios en los hábitos alimenticios pueden hacer maravillas para mejorar dolencias digestivas de un niño. Instrucciones
1

Beber mucha agua. El cuerpo utiliza mucha agua para digerir los alimentos. Asegurar que los niños tienen grandes cantidades de agua mejora la capacidad del cuerpo para digerir los alimentos de manera eficiente. La falta de agua suficiente puede conducir al estreñimiento.
2

Comer lento y masticar mejor los alimentos. El proceso de digestión comienza en la boca. Masticación adecuada y saliva /interacción con los alimentos comienza el proceso de descomposición de los alimentos en trozos digeribles absorbibles. El más lento es el alimento entra en el sistema, más fácil es para el cuerpo infantil para digerirla. Devorando una orden de hamburguesa y papas fritas en un tiempo récord sólo sirve para sobrecargar el sistema del niño y retrasar el proceso de la digestión.
3

aumentar la cantidad de frutas, verduras y los granos enteros. Su hijo probablemente protesta, así que prepárate. Las frutas y verduras tienen fibra muy necesaria para ayudar al cuerpo de su hijo a mover el alimento a lo largo. Más fibra, junto con un aumento en la ingesta de agua mejora el proceso de digestión.
4

animar a los niños a comer alimentos naturales. Alimentos excesivamente procesados ​​son deficientes en nutrientes y vinculante. Ellos están llenos de sales, grasas y azúcares. El exceso de alimentos procesados ​​sirve para ralentizar el proceso digestivo de su niño. Manténgase alejado de ellos tanto como sea posible.
5

Reducir el tamaño de las comidas, pero aumenta la frecuencia. Comer comidas frecuentes y pequeñas permite que el cuerpo infantil de digerir los alimentos de manera continua regulada. Comidas más pequeñas ponen menos de una tensión en el tracto digestivo que en comida muy grande.