Cómo identificar los primeros signos de demencia
1
Busque la pérdida de memoria.
Los primeros signos de la demencia por lo general comienzan con problemas de memoria, especialmente en relación con los últimos acontecimientos. Al principio este olvido puede ser muy pequeño y no afecta a la función de día día. Sin embargo, como se deteriora la memoria de la persona, los problemas de memoria comienzan a ocurrir con mayor frecuencia.
2
buscar problemas con el idioma, la hora y el lugar.
Una persona que a principios del etapas de la demencia pueden comenzar olvidar los nombres de objetos familiares, o de sus familiares y amigos. Se puede mezclar palabras o elegir términos inusuales, tanto por escrito como en el habla. Desorientación en cuanto a tiempo y lugar también pueden ocurrir, y pueden empezar a perderse en lugares conocidos anteriormente, se sienten confundidos en su propia casa, o no recuerdan cómo llegar a casa.
3
Buscar dificultades con el pensamiento abstracto o en el desempeño de las tareas.
El individuo puede comenzar a tener dificultades para realizar tareas simples como bañarse, o con actividades que requieren pensamiento abstracto. Puede llegar a ser más difícil o incluso imposible para él completar las tareas que requieren seguimiento a varios pasos. Él puede incluso recordar los pasos, pero no ser capaz de recordar en el orden correcto.
4
Busque juicio disminuido.
Los primeros signos de la demencia incluyen juicio pobre o disminuido, que puede causar que la persona se comporte de una manera que puede ser imprudente o peligrosa. También puede extraviar objetos o ponerlos en lugares sin sentido, sólo para olvidar en el que los puso adelante.
5
Busque cambios en la personalidad y la conducta.
Una persona con demencia temprana pueden experimentar cambios de humor repentinos, y reaccionar de forma desproporcionada o inadecuada a las situaciones. Su personalidad puede cambiar, y puede llegar a ser de repente menos sociales, o dejar de encontrar ningún placer en actividades que antes disfrutaba. Puede haber una pérdida inexplicable de la iniciativa, donde se convierte en pasiva, falta de energía, y requiere más horas de sueño.