Efectos fisiológicos del alcohol

Hay siete etapas clínicas de la intoxicación por alcohol, que se dividen en tres o cuatro grupos, dependiendo de la organización que está haciendo la clasificación. Mientras que cada etapa tiene síntomas clínicos muy específicos, cada grupo presenta un diferente nivel de riesgo físico y el daño corporal. De acuerdo con la Asociación Médica de Estados Unidos, los efectos fisiológicos del alcohol pueden afectar a los bebedores de cualquier edad, independientemente de su sexo, la raza y la salud general. Tipos

El primer grupo incluye dos etapas: subclínicas y euforia. Estas etapas se caracterizan por síntomas leves que no ponen en peligro la salud y el estado mental de la persona que hace la bebida. Los síntomas incluyen disminución de las inhibiciones, la falta de control o deficiencia sensorial y dificultad para mantener la atención en tareas específicas.
Identificación

El segundo grupo (que a veces se divide en dos) incluye tres fases: excitación, confusión y estupor. Estas etapas están marcadas por la confusión y pérdida del juicio. Esto a menudo conduce a la pérdida de memoria, disminución de la agudeza visual, desorientación, falta de coordinación, y una disminución de la respuesta al entorno. Las personas en esta etapa tienen un tiempo más difícil mantener una conversación y mantener el equilibrio. Este es el nivel en el que las personas pueden experimentar vómitos u otros síntomas físicos.
Características

El último grupo incluye dos etapas fundamentales, los cuales requieren de médicos intervención. Coma es posible en aquellos que han consumido tanto alcohol que no son capaces de recuperar la conciencia, mantener la temperatura corporal normal y responder a la estimulación refleja. La muerte por paro respiratorio es posible en personas con una concentración de alcohol de más de 0,50 g/100 ml de sangre. OsCommerce Advertencia

Los efectos a largo plazo del alcohol son posibles en las personas que beben grandes cantidades durante largos periodos de tiempo. También es más probable que en los adolescentes o los adultos mayores, que parecen tener una menor resistencia a los efectos del alcohol. En las personas más jóvenes, el alcohol puede conducir a la depresión, impulsividad, cambios de humor y problemas de sueño. También puede disminuir la capacidad cognitiva del cerebro, dando lugar a resultados pobres en las pruebas visuales o de la memoria. Problemas de conducta graves son comunes en las personas que comienzan a beber bajo la edad de 15 años, cuando el cerebro todavía se está desarrollando activamente. Todos estos cambios son probablemente permanente, en vez de ocurrir únicamente cuando la persona está bajo la influencia.
Efectos

alcohólicos corren un riesgo mucho mayor de desarrollar depresión grave y son más propensos a experimentar trastorno de pánico y ataques de ansiedad. Incluso las personas que no son alcohólicos pueden desarrollar síntomas similares si consumen alcohol con frecuencia o en grandes cantidades. Las alucinaciones son posibles, como son los delirios y otros trastornos emocionales o mentales.