Los contaminantes de aguas residuales
Los textiles y otras industrias producen aguas residuales con altas concentraciones de metales pesados, según informa el diario turco de Pesca y Ciencias Acuáticas. El plomo, cromo, níquel, arsénico y cadmio son ejemplos de metales pesados en aguas residuales industriales. De acuerdo con un estudio publicado en la Revista Europea de Investigación Científica, las concentraciones de metales muy por encima de los límites de la salud se presentaron en muestras vegetales recolectados en la zona metropoli Kano de Nigeria. Tales altas concentraciones de metales pesados se pueden atribuir a la utilizada de las aguas residuales sin tratar en las granjas.
Sulfatos, fósforo y nitrógeno
Aunque sulfatos, fósforo y nitrógeno no son considerado tóxico a las plantas, los animales o los seres humanos a bajas concentraciones, se convierten en tóxicos cuando en dosis altas. El fósforo y el nitrógeno pueden causar el exceso de fertilización de lagos y otras aguas receptoras, reducción del oxígeno disponible, la promoción del crecimiento excesivo de plantas y que conduce a una disminución en ciertas especies, de acuerdo a Environment Canada. Sulfatos también contribuyen a la acidificación de las aguas.
Orgánicos Materiales
Las aguas residuales de las aguas residuales que contienen las heces y otros materiales orgánicos pueden estar contaminados con bacterias, virus y otros patógenos, dice Environment Canada. Si estos contaminantes llegan playas u otras áreas naturales, que pueden contaminar los mariscos y otros productos del mar y causar enfermedades infecciosas. Descomposición de materia orgánica en exceso puede agotar el oxígeno disuelto de un lago, matando a los peces y otros animales acuáticos.