¿Cómo se hacen estallar las espinillas, los puntos negros o los granos?

No se recomienda reventar espinillas, puntos negros o granos, ya que puede provocar cicatrices, infecciones y daños adicionales en la piel. En cambio, lo mejor es tratarlos con prácticas adecuadas de cuidado de la piel y consultar a un dermatólogo si es necesario. A continuación se ofrecen algunos consejos para controlar las espinillas, los puntos negros y los granos:

Mantén tu piel limpia: Lávate la cara dos veces al día con un limpiador suave y agua tibia. Evite lavarse o frotarse demasiado la piel, ya que esto puede irritarla.

Utilice una crema hidratante no comedogénica: Elija una crema hidratante que esté etiquetada como "no comedogénica" o "sin aceite". Esto ayudará a prevenir los poros obstruidos.

Evita tocarte la cara: Tocarse la cara puede transferir bacterias y suciedad a la piel, lo que puede provocar brotes.

Aplique productos para el acné de venta libre: Hay muchos productos para el acné de venta libre disponibles que pueden ayudar a tratar las espinillas, los puntos negros y los granos. Busque productos que contengan ingredientes como ácido salicílico, peróxido de benzoilo o retinoides.

Consulte a un dermatólogo si es necesario: Si su acné es severo o no mejora con tratamientos de venta libre, lo mejor es consultar a un dermatólogo. Pueden recetarle medicamentos y tratamientos más fuertes que sean adecuados para su tipo de piel.

A continuación se ofrecen algunos consejos adicionales para prevenir granos, puntos negros y granos:

Lleve una dieta saludable: Llevar una dieta rica en frutas, verduras y cereales integrales puede ayudar a mejorar la salud de la piel.

Duerme lo suficiente: Cuando tienes falta de sueño, tu cuerpo produce más hormona cortisol, lo que puede provocar brotes.

Controlar el estrés: El estrés también puede provocar brotes de acné. Encuentre formas saludables de controlar el estrés, como ejercicio, yoga o meditación.

Cambia la funda de tu almohada periódicamente: La funda de su almohada puede acumular suciedad, aceite y bacterias, lo que puede provocar brotes. Cambia la funda de tu almohada al menos una vez a la semana.