Los tubos de diálisis normalmente no son permeables al yodo. Las moléculas de yodo, al ser pequeñas, sólo pueden atravesar los poros de las membranas semipermeables. Los tubos de diálisis, especialmente si están hechos de celulosa regenerada, tienen un peso molecular límite de alrededor de 12.000-14.000 Da, que es insuficiente para que las moléculas de yodo (peso molecular de 253,8 g/mol) difundan a través de ellos.