¿Cómo es que puedes tolerar el olor de tus propios pedos pero no el de alguien?

La razón principal de esto se debe a la adaptación olfativa que se produce cuando hueles tus propios pedos. Cuando te tiras un pedo, los gases que se liberan contienen varios compuestos que pueden resultar desagradables o incluso tener mal olor. Sin embargo, su sentido del olfato se acostumbra rápidamente a estos compuestos y su olor se vuelve menos perceptible con el tiempo. Esta adaptación se conoce como fatiga olfativa y es un mecanismo de defensa natural para evitar la sobrecarga sensorial.

Por el contrario, cuando hueles los pedos de otra persona, el olor es nuevo para tu sistema olfativo y, por tanto, más perceptible. Esto se debe a que su sentido del olfato aún no se ha adaptado a la mezcla específica de compuestos presentes en sus flatulencias. Como resultado, el olor de los pedos de otra persona puede ser más desagradable y difícil de tolerar en comparación con el tuyo.