¿Por qué los trastornos circulatorios están contraindicados en la aromaterapia?
En primer lugar, los aceites esenciales pueden afectar la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Algunos aceites esenciales, como el de menta y el de romero, pueden hacer que la presión arterial aumente, mientras que otros, como los de lavanda y manzanilla, pueden hacer que la presión arterial baje. Esto puede ser peligroso para las personas con trastornos circulatorios, ya que puede ejercer presión sobre el corazón y los vasos sanguíneos.
En segundo lugar, los aceites esenciales pueden provocar irritación de la piel y reacciones alérgicas. Esto es más común en personas con piel sensible, pero puede ocurrirle a cualquier persona. Algunos aceites esenciales, como la canela y el clavo, son particularmente irritantes para la piel. Si se aplican aceites esenciales a la piel de una persona con un trastorno circulatorio, pueden causar daños e infecciones en la piel.
Finalmente, los aceites esenciales pueden ser dañinos si se ingieren o inhalan en grandes cantidades. Esto puede provocar náuseas, vómitos, mareos e incluso convulsiones. En personas con trastornos circulatorios, esto puede ser especialmente peligroso, ya que puede provocar problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Por estos motivos, es importante evitar el uso de aceites esenciales si padece un trastorno circulatorio. Si está pensando en utilizar aceites esenciales, asegúrese de hablar primero con su médico.