¿Cuál es la función de la sangre humana?
Eliminación de productos de desecho: Como subproducto del metabolismo celular, se producen productos de desecho como dióxido de carbono (CO2) y otros desechos nitrogenados. La sangre ayuda a eliminar estos productos de desecho de los tejidos y los transporta a los pulmones (para el CO2) y a los riñones (para otros productos de desecho) para su eliminación del cuerpo.
Regulación de la Temperatura Corporal: La sangre juega un papel crucial en el mantenimiento de una temperatura corporal estable. Cuando el cuerpo está demasiado caliente, los vasos sanguíneos cerca de la superficie de la piel se dilatan (expanden), lo que aumenta el flujo sanguíneo y promueve la pérdida de calor. Por el contrario, cuando el cuerpo necesita conservar calor, estos vasos sanguíneos se contraen (se estrechan), lo que reduce la disipación de calor.
Protección y Defensa: La sangre contiene células y moléculas especializadas que participan en la protección del cuerpo contra infecciones y enfermedades. Los glóbulos blancos (leucocitos) ayudan a identificar y destruir microorganismos dañinos y sustancias extrañas. Las plaquetas y los factores de coagulación participan en la coagulación de la sangre para prevenir el sangrado excesivo cuando los vasos sanguíneos están dañados. Los anticuerpos y otras moléculas inmunes en la sangre ayudan a reconocer y neutralizar amenazas potenciales.
Regulación hormonal: La sangre sirve como sistema de transporte de hormonas, que son mensajeros químicos producidos por las glándulas endocrinas. Las hormonas viajan a través del torrente sanguíneo hasta las células y tejidos diana, donde regulan diversos procesos fisiológicos, incluidos el crecimiento, el metabolismo, la reproducción y el estado de ánimo.
Comunicación y Señalización: La sangre contiene moléculas de señalización, como citoquinas y factores de crecimiento, que facilitan la comunicación entre diferentes células, tejidos y órganos. Estas moléculas ayudan a coordinar diversas funciones y respuestas corporales.