¿Cómo se protegen los pulmones de golpes repentinos?
1. Caja torácica: La caja torácica es una estructura ósea que encierra los pulmones. Proporciona un marco fuerte y rígido que protege los pulmones de impactos externos. Las costillas están conectadas entre sí por ligamentos y músculos que ayudan a absorber y distribuir la fuerza de un golpe.
2. Músculos intercostales: Los músculos intercostales son músculos ubicados entre las costillas. Estos músculos ayudan a mover las costillas durante la respiración. También actúan como capa protectora, absorbiendo y disipando la fuerza de un golpe.
3. Diafragma: El diafragma es un músculo en forma de cúpula ubicado en la parte inferior de la caja torácica. Separa la cavidad torácica, que contiene los pulmones, de la cavidad abdominal. El diafragma ayuda a proteger los pulmones contrayéndose y creando una barrera contra golpes repentinos.
4. Líquido pleural: La cavidad pleural es el espacio entre los pulmones y la pared torácica. Está lleno de una fina capa de líquido llamado líquido pleural. Este líquido ayuda a lubricar los pulmones y reducir la fricción durante la respiración. También actúa como cojín, absorbiendo y disipando la fuerza de un golpe.
5. Reflejo de la tos: El reflejo de la tos es un mecanismo protector que ayuda a limpiar las vías respiratorias de irritantes y objetos extraños. Se desencadena por la estimulación de receptores en los pulmones y las vías respiratorias. Cuando se recibe un golpe repentino, se puede desencadenar el reflejo de la tos, lo que hace que los pulmones expulsen el aire con fuerza y potencialmente eliminen cualquier residuo o irritante que pueda haber ingresado a las vías respiratorias.