¿Por qué debemos pasar oxígeno por el agua antes de dárselo al paciente?
1. Para humedecer el oxígeno. El oxígeno seco puede irritar las vías respiratorias, especialmente si se administra a un caudal elevado. Humedecer el oxígeno ayuda a mantener las vías respiratorias húmedas y cómodas, y también puede ayudar a prevenir complicaciones como hemorragias nasales y bronquitis.
2. Para eliminar impurezas. El oxígeno que no se filtra adecuadamente puede contener impurezas como polvo, bacterias y virus. Pasar oxígeno a través del agua ayuda a eliminar estas impurezas y garantiza que el paciente reciba oxígeno limpio y seguro.
3. Para calentar el oxígeno. El oxígeno administrado a temperatura ambiente puede resultar incómodo para los pacientes, especialmente si ya sienten frío. Hacer pasar oxígeno a través del agua ayuda a calentarla a una temperatura más cómoda, lo que puede mejorar la comodidad y el cumplimiento del paciente.
En general, siempre es una buena idea hacer pasar oxígeno a través del agua antes de dárselo a un paciente, a menos que exista una razón específica por la que no se pueda hacer. Al humidificar, filtrar y calentar el oxígeno, podemos ayudar a garantizar que el paciente reciba la mejor atención posible.