Si te limpias la oreja con un hisopo y crees que retrocede demasiado, realmente duele, ¿qué significa esto?

No se recomienda utilizar hisopos para limpiar los oídos, ya que pueden dañar el canal auditivo y el tímpano. Si se ha insertado un hisopo en el oído y siente que ha entrado demasiado y le causa dolor, es importante buscar atención médica de un oído, nariz y garganta (otorrinolaringólogo). El dolor y la incomodidad en el canal auditivo pueden indicar diversos problemas que pueden requerir evaluación y tratamiento profesional. Esto es lo que podría significar:

1. Bloqueo de cerumen:

La acumulación excesiva de cerumen puede causar sensación de saciedad, problemas de audición y malestar. Insertar un hisopo demasiado profundamente puede empujar el cerumen más hacia el canal auditivo, provocando impactación y dolor.

2. Tímpano roto:

El tímpano es una membrana delicada que separa el oído externo del oído medio. Si el hisopo se empuja con fuerza o demasiado profundamente, puede perforar o romper el tímpano. Las rupturas pueden causar dolor intenso y repentino, cambios en la audición y, a veces, sangrado o secreción del oído.

3. Infección o inflamación:

El canal auditivo es susceptible a infecciones e inflamación. Insertar un hisopo en el canal auditivo puede introducir bacterias y provocar una infección. La inflamación y la hinchazón también pueden resultar del daño tisular causado por el hisopo.

4. Daño al canal auditivo:

La delicada piel del canal auditivo puede rayarse o irritarse fácilmente con los hisopos. Este daño puede provocar dolor, inflamación y una mayor susceptibilidad a las infecciones.

Si siente dolor después de limpiarse la oreja con un hisopo, es esencial buscar atención médica inmediata. Su proveedor de atención médica puede evaluar la situación, descartar cualquier problema grave y recomendar el tratamiento o cuidado adecuado para sus oídos.