¿Cuál es el pronóstico de la estenosis carotídea?
1. Estenosis leve (menos del 50%)
La mayoría de las personas con estenosis carotídea leve no experimentan ningún síntoma y tienen un pronóstico excelente con tratamiento médico, que incluye modificaciones en el estilo de vida y medicamentos para reducir factores de riesgo como presión arterial alta, colesterol alto y tabaquismo.
2. Estenosis moderada (50-69%)
La estenosis carotídea en el rango del 50-69% puede causar síntomas, particularmente ataques isquémicos transitorios (AIT). El riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular grave en este grupo es de alrededor del 2-3% por año sin intervención. El tratamiento médico es eficaz para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular, pero algunas personas pueden ser consideradas candidatas a una endarterectomía carotídea (CEA) o a la colocación de un stent en la arteria carótida (CAS) si la estenosis es grave o sintomática.
3. Estenosis grave (70 % o más)
La estenosis carotídea grave aumenta significativamente el riesgo de accidente cerebrovascular, con un riesgo anual de alrededor del 10-12% sin intervención. Por lo general, se recomienda CEA o CAS en este grupo de personas para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular.
4. Progresión de la estenosis
La tasa de progresión de la estenosis carotídea puede variar ampliamente. En general, cuanto más grave es la estenosis, más rápido tiende a progresar. Los factores de riesgo como el tabaquismo y la presión arterial alta pueden acelerar la progresión, mientras que las modificaciones en el estilo de vida y el tratamiento médico pueden ayudar a frenarla.
Impacto de los factores de riesgo
Otros factores que pueden afectar el pronóstico incluyen la edad, el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión y la enfermedad de las arterias coronarias. La presencia de múltiples factores de riesgo puede aumentar significativamente el riesgo de accidente cerebrovascular en personas con estenosis carotídea.
En general, el pronóstico de la estenosis carotídea se puede mejorar mediante modificaciones en el estilo de vida, tratamiento médico e intervenciones adecuadas, si corresponde. La detección y la intervención tempranas son cruciales para prevenir accidentes cerebrovasculares graves en personas con estenosis carotídea.