¿Cómo se siente un yeso en espica de doble cadera?
1. Estrechez y restricción:el yeso inmoviliza la parte inferior del cuerpo, restringiendo el movimiento y dificultando la realización de actividades cotidianas como cambiar de posición, vestirse o ir al baño.
2. Irritación de la piel:El contacto constante entre el yeso y la piel puede causar erupciones, picazón y llagas. La fricción del yeso contra la piel también puede agravar el malestar.
3. Puntos de presión:dado que el yeso está firmemente fijado alrededor de su cuerpo, puede crear puntos de presión en prominencias óseas, como los talones, los tobillos y las caderas. Estas áreas pueden desarrollar molestias o incluso llagas por presión si no se protegen adecuadamente.
4. Dificultad con la higiene:Mantener la higiene personal puede ser particularmente desafiante. Bañarse, cambiarse de ropa y controlar las deposiciones requieren asistencia y un manejo cuidadoso para evitar daños o fugas del yeso.
5. Calor y sudor:La naturaleza cerrada del yeso puede atrapar el calor y dificultar la respiración de la piel, lo que provoca sudoración excesiva y malestar, especialmente en climas cálidos.
6. Impacto emocional:El uso de un yeso en espica doble para la cadera también puede afectar su bienestar emocional. La movilidad limitada, la apariencia alterada y la dependencia de otros para las tareas diarias pueden contribuir a sentimientos de frustración, ansiedad y aislamiento social.
Es fundamental seguir las instrucciones de su proveedor de atención médica con respecto al cuidado del yeso, como mantenerlo seco, controlar la higiene y prevenir complicaciones como las úlceras por presión. También pueden recomendar medicamentos o técnicas para controlar las molestias y mejorar su experiencia general mientras usa el yeso.