¿Qué es la talodimida?

Talidomida es un medicamento utilizado para tratar el mieloma múltiple, un tipo de cáncer de la sangre. Anteriormente se recetaba a mujeres embarazadas para tratar las náuseas matutinas, pero se descubrió que causaba defectos de nacimiento graves y se prohibió en muchos países en la década de 1960.

La talidomida actúa modulando la función inmune y la angiogénesis. Es eficaz contra el mieloma múltiple porque inhibe el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos que alimentan las células cancerosas. La talidomida también puede tener otros efectos, como reducir la inflamación y mejorar la actividad de las células inmunitarias.

La talidomida generalmente se toma en combinación con otros medicamentos, como dexametasona y melfalán. La dosis recomendada y la frecuencia de administración varían según la condición individual del paciente.

Los efectos secundarios comunes de la talidomida incluyen somnolencia, estreñimiento, náuseas, vómitos y diarrea. Los efectos secundarios poco frecuentes pero graves incluyen neuropatía periférica (daño a los nervios), coágulos de sangre, daño hepático y sarpullido. La talidomida también puede causar defectos de nacimiento si se toma durante el embarazo.

No se recomienda el uso de talidomida en mujeres embarazadas ni en hombres que planean tener un hijo. Las mujeres en edad fértil no deben tomar talidomida a menos que estén utilizando un método anticonceptivo eficaz. Los hombres que toman talidomida deben usar condones para evitar tener un hijo.

La talidomida puede interactuar con muchos medicamentos, incluidos:

* Anticoagulantes (anticoagulantes), como la warfarina

* Antifúngicos azol, como fluconazol y ketoconazol

* Antidepresivos , como imipramina y venlafaxina

* Antihistamínicos , como difenhidramina y loratadina

* Anticonvulsivos , como carbamazepina y fenitoína

Es importante informar a su médico sobre todos los medicamentos que está tomando antes de comenzar con la talidomida.

La talidomida puede ser un tratamiento muy eficaz para el mieloma múltiple, pero es importante sopesar los posibles riesgos y beneficios de la terapia.