El término médico para el proceso de beber orina es urofagia. Es el acto de beber voluntariamente la propia orina. La urofagia se ha practicado a lo largo de la historia por diversas razones, incluidos fines medicinales, rituales religiosos y como forma de automedicación. Sin embargo, no existe evidencia científica que respalde los beneficios para la salud de beber orina y potencialmente puede provocar problemas de salud como daño renal e infección.