No es recomendable dormir toda la noche sobre la propia orina. Si bien una pequeña cantidad de orina puede no ser dañina, la orina es un producto de desecho que puede contener toxinas y bacterias. Dormir sobre tu propia orina puede provocar el crecimiento de bacterias y el desarrollo de infecciones. Además, la orina puede irritar la piel y provocar erupciones. Lo mejor es levantarse de la cama y cambiarse de ropa y de cama lo antes posible después de orinar.