No, los análisis de sangre y orina de rutina generalmente no detectan enfermedades de transmisión sexual (ETS). Si bien se pueden solicitar algunos análisis de sangre para evaluar la salud general y detectar ciertas infecciones, las pruebas específicas necesarias para diagnosticar las ETS difieren según la infección sospechada. Estas pruebas especializadas a menudo implican un examen directo de los genitales, hisopos o cultivos, y análisis de sangre específicos diseñados para identificar bacterias, virus o parásitos que causan ETS.