¿Qué les sucede a los animales infectados con rabia?

Los animales infectados con rabia sufren varias alteraciones fisiológicas y de comportamiento a medida que el virus afecta al sistema nervioso central y al cerebro. La progresión de la rabia en animales suele implicar varias etapas:

1. Período de incubación: El período de incubación de la rabia puede variar desde unos pocos días hasta varios meses. Durante este tiempo, el virus se replica y se propaga a través de los nervios, pero es posible que el animal no presente ningún síntoma perceptible.

2. Etapa prodrómica: Los primeros síntomas de la rabia pueden incluir cambios de comportamiento como inquietud, irritabilidad y ansiedad. El animal puede volverse retraído o tímido y tener disminución del apetito.

3. Rabia furiosa: Esta etapa se caracteriza por hiperactividad, agresión y comportamiento violento. El animal puede atacar cualquier cosa que se encuentre a su alrededor, incluidos humanos y otros animales. La hidrofobia, o miedo al agua, también es un síntoma común. Los animales con rabia furiosa pueden tener dificultad para tragar, babear excesivamente y producir vocalizaciones inusuales.

4. Rabia paralítica: Esta variante de la rabia es menos común y se caracteriza por una parálisis progresiva. El animal puede experimentar debilidad muscular y problemas de coordinación, lo que le dificulta caminar o pararse. La parálisis eventualmente afecta los músculos respiratorios, causando dificultad para respirar y eventualmente la muerte.

5. Muerte: La rabia no tratada casi siempre es fatal. La infección puede progresar rápidamente y provocar la muerte entre unos días y unas semanas después de la aparición de los síntomas.

En general, la rabia en animales plantea un riesgo importante para la salud humana y animal. La detección temprana y la atención médica inmediata son cruciales para prevenir la propagación de la rabia y proteger tanto a las personas como a los animales de esta enfermedad mortal.