Si bien la caza furtiva de rinocerontes afecta principalmente a la población de rinocerontes y a los esfuerzos de conservación, no afecta directamente la salud humana. Las principales consecuencias de la caza furtiva de rinocerontes están relacionadas con la pérdida de biodiversidad, la alteración de los ecosistemas y la industria del comercio ilegal, no con la salud humana.