No hay evidencia que sugiera que los murciélagos frugívoros "contraigan" el Ébola de la misma manera que los humanos. Los murciélagos frugívoros son huéspedes naturales del virus del Ébola, lo que significa que pueden portar el virus sin mostrar ningún síntoma de enfermedad. Esto les permite transmitir el virus a otros animales, incluidos los humanos, a través del contacto con sus fluidos corporales. En la mayoría de los casos, los brotes de Ébola en humanos son causados por el contacto con animales infectados como monos, chimpancés, gorilas o duíkers, que se infectan a través de murciélagos frugívoros.