No existe tal cosa como el estallido de "cereza" de una niña. El himen, una membrana delgada que cubre parcialmente la abertura de la vagina, puede estirarse o rasgarse durante la primera relación sexual, pero esto no siempre causa dolor. Algunas personas sienten malestar o incluso dolor, mientras que otras no sienten nada en absoluto. La cantidad de dolor, si existe, varía de persona a persona y depende de factores como la anatomía del individuo, el nivel de relajación y el estado emocional.