La afirmación de que los moros africanos acabaron con la peste negra no está respaldada por evidencia histórica. La peste negra fue una pandemia devastadora que mató entre 75 y 200 millones de personas en el siglo XIV y se transmitió principalmente por pulgas transportadas por ratas. El fin de la peste negra se debió a una combinación de factores, como la mejora de la higiene, las medidas de cuarentena y el desarrollo de inmunidad natural en la población.